El mezcal es mucho más que una bebida; es cultura líquida. Originario de México, su consumo ha estado ligado a rituales, celebraciones y momentos especiales. Pero, ¿cómo tomar mezcal de forma auténtica y respetuosa? En este blog, te damos consejos clave para vivir una experiencia completa y disfrutarlo como lo hacen los verdaderos conocedores.
1. Elige un buen mezcal
Antes de saber cómo tomar mezcal, es esencial elegir uno de calidad. Busca productos con:
- Denominación de Origen (DOM)
- Información del maestro mezcalero
- Método de producción artesanal
- Tipo de agave utilizado
Un buen mezcal no arde ni se siente agresivo; debe tener aromas y sabores complejos, suaves y ahumados.
2. No se toma de un solo trago: se besa
Una de las primeras reglas del mezcal es: ¡no se toma de un solo trago! Se besa, es decir, se toma lentamente, en pequeños sorbos, para disfrutar su perfil sensorial.
Este modo de beberlo permite saborear las notas minerales, frutales o herbales del agave, además del característico toque ahumado.
3. Acompáñalo con sal de gusano y naranja (opcional)
Aunque el mezcal se puede tomar solo, muchas personas en México lo acompañan con:
- Gajos de naranja
- Sal de gusano o sal de chapulín
Estos elementos equilibran el sabor intenso del mezcal y resaltan sus notas. Pero recuerda: la experiencia auténtica está en la moderación y el respeto al sabor original.
4. Usa el vaso adecuado: jícara, veladora o copita
Olvídate de los caballitos de tequila. Para disfrutar del mezcal como se debe, se recomienda servirlo en:
- Jícara (hecha de fruto seco)
- Veladora (vaso de vidrio bajo)
- Copita de barro o de cerámica
Estos recipientes permiten una mejor oxigenación y realzan el aroma del mezcal.
5. Huele antes de probar
Tal como en una cata de vinos, es importante oler el mezcal antes de beberlo. Acércalo a la nariz y respira profundo. Así podrás anticipar su carácter: si es dulce, floral, terroso o ahumado.
Esta acción sensibiliza tu paladar y mejora tu experiencia al tomarlo.
6. El contexto importa: momento y compañía
El mezcal no es una bebida para emborracharse rápido. Es para compartir, conversar y celebrar la vida. Se disfruta mejor en ambientes relajados, con buena compañía y sin prisas.
Como dice el dicho:
“Para todo mal, mezcal; para todo bien, también.”
7. Respeta la tradición
Tomar mezcal también es honrar a quienes lo elaboran: productores, agricultores y maestros mezcaleros que mantienen viva una herencia milenaria.
Evita mezclarlo con refrescos o licores dulces si lo que buscas es una experiencia auténtica. Aunque hay coctelería con mezcal, su esencia brilla más cuando se toma solo y con atención.
Conclusión: Tomar mezcal es saborear cultura
Ahora que sabes cómo se toma el mezcal, te invitamos a hacerlo con respeto, curiosidad y orgullo por una bebida que embotella siglos de tradición mexicana. Desde el agave hasta tu copa, cada paso cuenta una historia.